Las modas, el vino y Familia Martínez Bujanda

La conocida como ‘ley del péndulo’ tiene numerosas aplicaciones, desde la política a la historia de la Humanidad. Básicamente viene a decir que el movimiento es cíclico y que cuando algo se aproxima a un extremo se mantendrá durante un tiempo pero la reacción siguiente será el desplazamiento hacia el extremo opuesto. Es un concepto aplicable en gran medida al mundo del vino. Las modas son cíclicas y en muchas ocasiones siguen también este patrón de oscilación del péndulo.
Los elaboradores de vino hemos visto como se pasó de un casi incluso el desprecio a las elaboraciones tradicionales e históricas hacia vinos altamente concentrados, con un tremendo protagonismo de las crianzas en roble nuevo. Dicho movimiento de comienzos de siglo provocó un enorme problema de uniformidad y globalización de los vinos, con la elaboración de productos destinados a sorprender a primera vista en la cata pero poniendo en cuestión uno de los principios principales: el vino es una bebida hedonista y su principal función es acompañar las comidas y una buena conversación entre amigos y familiares.
Desde aquel extremo, el péndulo fue oscilando y aquellos vinos, denominados de autor o de alta expresión en España y que muy poco tenían que ver con los terruños realmente ya que podrían reproducirse en prácticamente todo el mundo con la tecnología y la inversión en maderas nuevas, son ya prácticamente historia.
En Familia Martínez Bujanda estamos orgullosos de poder decir que el recorrido de nuestro péndulo ha sido mucho más corto. Nuestro vino ‘insignia’, Finca Valpiedra, sigue etiquetándose como ‘Reserva’, en el sentido  original de la palabra ‘reserva’ como la auténtica selección de las mejores uvas de nuestra finca de Rioja. Pese a que nuestros vinos son plenamente actuales, no  renunciamos al origen ‘clásico’ del término por cuanto entendemos que si algo distingue a Rioja como zona vitícola respecto a la mayoría de regiones españolas es la capacidad de envejecimiento de sus vinos.
En ningún momento hemos pretendido mostrar otra cosa con nuestros vinos que la originalidad de los terruños y los paisajes en los que tenemos nuestros propios viñedos y realmente celebramos esta vuelta del péndulo hacia vinos más artesanales, más frescos, fáciles de beber y supuestamente más ligados al terruño.
El objetivo de Familia Martínez Bujanda sigue siendo atender a nuestros consumidores y, en este sentido, nuestros vinos también evolucionan, también oscilan, pero lo hacen en un recorrido mucho menor y estamos convencidos de que quienes nos eligen valoran nuestra trayectoria y compromiso con el terruño.

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