La reserva: lo mejor de Finca Valpiedra

Quizá en alguna ocasión se hayan preguntado a qué obedecen los términos de las denominadas menciones tradicionales de los vinos: crianza, reserva y gran reserva, básicamente regulan tiempos mínimos de estancia en barrica protegidos por la legislación española, aunque, en casos como los de Rioja, se aumentan los tiempos de estancia en bodega por voluntad propia. Para que un Rioja pueda indicar en la contra etiqueta la palabra reserva el vino deberá haber estado un mínimo de tres años en la bodega y al menos uno de ellos en barricas de roble.
En su momento, las menciones tradicionales fueron utilizadas de forma pionera por Rioja para distinguir entre los vinos jóvenes de cosecheros y los vinos criados, que entonces vendían prácticamente en solitario las bodegas históricas y algunas grandes empresas, ya que no fue hasta pasado 1990 cuando el Consejo Regulador de Rioja redujo de 500 a 50 barricas el mínimo para que un elaborador pudiera dedicarse a la crianza de vinos.
En cualquier caso, de forma tradicional, la reserva, originalmente, era una selección de los mejores vinos que los bodegueros ‘reservaban’ para su propio consumo: de ahí se llegó posteriormente a la mención tradicional que luego popularizó Rioja por toda España.
Lamentablemente, el concepto reserva se ha ido banalizando con el paso de los años, ya que la mención por sí misma, es decir, la estancia durante al menos un año en barrica y otros dos en bodega, se ha convertido en un valor añadido al margen de la propia calidad del vino. Hasta el punto de que, por ejemplo, un vino de crianza puede llegar a convertirse en reserva simplemente porque no ha salido de la bodega y cumple los tres años que marca la legislación sin que en ningún momento se hubiera concebido para tal distinción.
En Familia Martínez Bujanda, sin embargo, seguimos creyendo en el origen del término reserva. Nuestro Finca Valpiedra es un reserva, que supera los tiempos de crianza en barrica (de 20 a 24 meses) y en botella (de 24 a 48 meses) marcados por la legislación -sencillamente porque entendemos que el vino lo requiere en contra de la corriente, cada vez más extendida, de sacar cuanto antes los vinos al mercado- y que, sobre todo, respeta el concepto original del término.
En Finca Valpiedra hacemos una selección de suelos -los más arcillosos de nuestro pago que aportan más estructura-, de cepas y de uvas en el campo y en bodega y también de las barricas para la crianza con la elección de las que entendemos mejor para respetar el carácter del propio vino y del paisaje de donde sale.
En definitiva, hay muchos reservas en el mercado, con una gran horquilla de precios, pero creemos que el consumidor debe saber que sigue habiendo bodegas fieles a los principios: la selección de lo mejor para estos vinos con los que Rioja, al menos en su momento, se ganó el respeto en gran parte del mundo.

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