La sostenibilidad se basa en el aprovechamiento actual de recursos, sin comprometer su disponibilidad en el futuro. Es decir, actuar con conciencia y pensando en los que vendrán detrás, en las próximas generaciones. Es un compromiso de todos, que nos involucra como sociedad, de ahí que se tenga que basar en tres pilares fundamentales: la sostenibilidad económica, la social, y la ambiental.
Mucho más en el caso de entidades tan vinculadas con la tierra como la nuestra. De ahí que apostemos por la viabilidad de todos nuestros procesos. Porque nuestro compromiso no es sólo contigo, lo es también con todos los que están por llegar.
¿Sabes cómo vinculamos todo lo que hacemos con la sostenibilidad?
Deja que te lo contemos con casos concretos. En Familia Martínez Bujanda, después de una historia centenaria unida a los vinos de más alta calidad de Rioja, quisimos diversificar y elaborar vinos en otras zonas de producción. Tenían que ser viñedos con una serie de características que los hiciese realmente especiales. Todas las condiciones se dieron en Finca Antigua, de la que ahora se cumplen 20 años, con unos viñedos de altura por encima de los 900 metros sobre el nivel del mar, y en un entorno extremo para el cultivo de la vid. No había ninguna duda de que era allí donde queríamos asentarnos, ¿qué pasos seguimos y cómo la sostenibilidad fue parte fundamental desde el inicio?
Finca Antigua, ejemplo de entorno natural y sostenible
Lo primero fue la salvaguarda de toda la zona, no sólo del área que ocupa el viñedo, 421 hectáreas, también de todo su perímetro, conformado por bosque mediterráneo con sus carrascas y encinas destacando entre el predominante monte bajo. En total 1.000 hectáreas de terreno que teníamos que cuidar y preservar.
Por eso se encargó al estudio de arquitectura 3,14 (Gestión y Desarrollo) que proyectase una bodega basada en el respeto al entorno y en la pureza de los materiales: acero, piedra y hormigón, como seña de identidad, de unas instalaciones que se integrasen en el paisaje.
La escasez de agua en un clima seco
La siguiente preocupación era el acceso al agua, tanto por su importancia intrínseca a cualquier cultivo, como para los diferentes procesos que tienen lugar en bodega. En el caso de Finca Antigua aún es mayor su necesidad, teniendo en cuenta el clima especialmente seco de la región, con una precipitación media de apenas 300 mm., prácticamente la mitad de la pluviometría media en España. La solución inicial se basó en la construcción de un embalse, de 40.000m3 de capacidad, para cubrir las necesidades hídricas tanto de riego, como de las propias instalaciones. No sólo eso, en su diseño se buscó que, el talud que sujeta el embalse de riego, y que se cubrió de piedra caliza de la propia finca, ejerciera de reservorio natural proporcionando los niveles de humedad relativa óptimos y que se complementan con un sistema de refrigeración que mantiene estable la temperatura entre 14 y 17 grados durante todo el año en bodega.
La innovación en Finca Antigua, una cuestión primordial
Todos sabemos que el agua es un bien escaso, cada vez más. De ahí que siempre hayamos buscado cómo aprovechar al máximo este recurso. La solución pasaba por la nanotecnología, gracias a un sistema que actúa sobre el agua emitiendo un quantum que interactúa con los puentes de hidrógeno. Como consecuencia, se reduce el tamaño de los grupos de moléculas, lo que aumenta la capacidad de penetración del agua en el suelo. De esta forma, aumenta su capacidad de disolución y reduce tanto su punto de ebullición como su permeabilidad. Parece ciencia ficción, lo sabemos, pero la realidad es que, gracias a este sistema, Finca Antigua ha logrado ahorrar 150 millones de litros de agua al año.Y, por si fuese poco, al mismo tiempo mejoramos la calidad de nuestras uvas.
El Sol como aliado
La sostenibilidad tiene que ir ligada a la eficiencia y, nada mejor si hablamos en términos energéticos, que el autoconsumo. Si además, es proveniente de fuentes renovables, logramos el objetivo. Para aprovechar las horas de sol, hemos establecido una instalación fotovoltaica que, a parte de cubrir más de un 20% de las necesidades energéticas anuales de la bodega, evita la emisión a la atmósfera de más de 50 toneladas de CO2 al año. El ahorro en el consumo de energía también viene dado por la orientación en la que construimos nuestras bodegas.
Vinos solidarios
Todo lo anterior redunda, no sólo en la conservación del medio ambiente, también en la sostenibilidad económica de nuestros proyectos. Pero ¿qué pasa con la parte social, tercer pilar que mencionamos al comienzo de este artículo? Está claro que una reducción del consumo energético y una mejora del medio, nos beneficia a todos pero, desde Familia Martínez Bujanda, sabemos que tenemos una responsabilidad hacia los más necesitados.
De esta inquietud y en colaboración con la ONG Coopera surgió CoNparte. Un vino solidario, elaborado en nuestra bodega Viña Bujanda, con el que quisimos aportar nuestro granito de arena, alineandonos con los valores de Coopera y ayudándoles a cumplir su misión, mejorar la calidad de vida de sus beneficiarios y contribuir a reducir la pobreza y la injusticia en el mundo, apostando por la Educación como motor del progreso.
CoNparte, un gran vino de crianza, con un pequeño juego de palabras (,«con parte» del precio de este vino, concretamente un 1.80 € por botella se destina a los proyectos solidarios de la ong.), es un monovarietal de tempranillo con doce meses de crianza.
Y todo esto porque, para nosotros, la naturaleza manda y, si algo hemos aprendido en estos más de 130 años, es que cuidarla, incluso mimarla, es la principal garantía del futuro de nuestros viñedos y, por lo tanto, de Familia Martínez Bujanda.