Menos, pero grandes vinos de Familia Martínez Bujanda en Rueda, Rioja y La Mancha

A toda ‘máquina’, con un importante adelanto respecto al año pasado, y también a una campaña normal, la vendimia de Familia Martínez Bujanda está a punto de finalizar en La Mancha, en Finca Antigua, donde empezamos con el moscatel el pasado 11 de agosto con la previsión de acabar para mediados de septiembre, y ya concluyó en Rueda, en Finca Montepedroso, en dos jornadas nocturnas tranquilas, los pasados 25 y 28 de agosto.

En Rioja, en Finca Valpiedra, empezamos también el pasado día 1 de septiembre, con un notable adelanto, y con poco más de veinte días por delante para meter todas las uvas en bodega y a cuya vendimia dedicaremos en exclusiva un próximo post.

El adelanto, como ya sucediera en el 2015, ha marcado la campaña en Finca Antigua, cuando en condiciones normales nos adentramos en octubre para concluir la recogida, este año para mediados de septiembre ya estará toda la uva en la bodega. Ha sido una vendimia rápida, marcada por la sequía, como en el conjunto de La Mancha y prácticamente de todo el país si bien, las expectativas para nuestro equipo técnico es de una buena campaña en cuanto a calidad se refiere.

Disponemos de riego por goteo en el 95% de los viñedos, lo que unido a las prácticas habituales de vendimia con la descarga de racimos y el manejo de la vegetación, nos permite que las uvas estén entrando en la bodega con un completo equilibrio entre la madurez alcohólica (graduación) y fenólica (de piel y pepitas que contienen los compuestos fenólicos). Este desequilibrio entre ambas maduraciones es uno de los problemas habituales de las campañas tempranas como la actual, en las que el grado, por la sequía y el calor, se dispara rápidamente, pero en las que la planta necesita más tiempo para pulir y redondear los futuros taninos que marcarán la calidad del futuro vino. En este sentido, como hemos expuesto en varias ocasiones, el momento de vendimia es la decisión más importante que cada año afronta el equipo técnico, aunque, si previamente no hay un buen trabajo en campo desde la poda, es difícil garantizarse el equilibrio madurativo necesario. Eso sí, además del coste económico de las labores de campo, una viticultura de calidad tiene un ‘coste’ sobre la producción y, por ejemplo, nuestro rendimiento medio en Finca Antigua apenas sobrepasará esta campaña los 4.000 kilos por hectárea (un 40% inferior al del año pasado), es decir, nada que ver con los habituales producciones de la denominación de origen en las extensiones de la llanura.

En Rueda cultivamos 25 hectáreas de uva verdejo en el entorno de Finca Montepedroso y, salvo los daños por helada que mermarán un 30% nuestra producción, la otra gran incidencia del año meteorológico, la sequía, que en el Duero ha sido tremenda, apenas nos pasará factura. De hecho tenemos posibilidad de riego por goteo (que sólo utilizamos cuando es estrictamente necesario) y no lo hemos empleado esta campaña puesto que en julio medimos precipitaciones cercanas a 50 litros por metro cuadrado que refrescaron y vigorizaron nuestros viñedos, aunque la clave, de nuevo, ha estado en el control de las producciones mediante las prácticas vitícolas.

En definitiva, pese a las dificultades de la cosecha en general en toda España, en Familia Martínez Bujanda estamos satisfechos y confiados en la calidad de la añada 2017 que, por supuesto nos pasará factura desde el punto de vista de la producción, pero que también nos está proporcionando uvas de calidad para hacer grandes vinos.

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