¿Un crianza, por favor…? Hacia el reconocimiento del origen de los vinos

El prescriptor y Master of Wine Tim Atkin recurrió a la metáfora del ‘León dormido’ -una peña de la Sierra de Cantabria que adopta esa forma a la vista desde Logroño- para describir el momento actual de la DOCa Rioja y del vino español. El ‘león’ comienza a despertar y, por ejemplo, Rioja trabaja desde hace un par de años en un nuevo modelo legislativo para diferenciar sus vinos, que pretende ir más allá del ‘Rioja’ tradicional que distingue las categorías de sus vinos en función del tiempo de estancia en barrica y bodega (crianza, reserva y gran reserva) con nuevas figuras como son los vinos de zona, de municipio y los ‘Viñedos Singulares’.
El movimiento comenzó hace ya años en Priorat , ya ha cuajado en denominaciones de origen como Cava, con el lanzamiento de las cavas de paraje, más recientemente en Bierzo, con una pirámide de calidad que escala a media que el viñedo concreta más su origen y ahora lo está haciendo también en Rioja.
Para Familia Martínez Bujanda, esta tendencia hacia el reconocimiento del origen de los vinos supone saldar una vieja deuda que el sector del vino español tenía con sus viñedos históricos y más auténticos. De hecho, es el modelo que nosotros hemos ido desarrollando en nuestros diferentes proyectos de Rioja, Rueda y La Mancha y que ya intentamos impulsar a principios de los años 2000 con nuestra adhesión a la Asociación de Grandes Pagos de España. El vino de pago, cuyo desarrollo preveía ya la Ley del Vino del año 2003, chocó con intereses de grandes operadores que apostaron por el impulso a las denominación de origen regionales dando la espalda a la diferenciaciones de orígenes: comarcas, municipios, fincas y parcelas.
El movimiento de fondo, y también generacional, que vive ahora el conjunto del sector del vino español no tiene vuelta atrás y avanza un panorama mucho más complejo y diverso. Lo ‘nuevo’ en el mundo del vino en España son los viñedos con personalidad que siempre han estado ahí pero ocultos y que, ahora, van a empezar a mostrarse.
En posteriores entradas de este blog analizaremos con más detalle estos cambios legislativos que se están produciendo, pero la tradicional frase que durante décadas se ha escuchado en los bares, -“…un crianza, por favor…”- puede pasar a la historia o, al menos, empezar a quedarse corta.

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