Con una superficie de 79.000 kilómetros cuadrados de extensión, y más de 460.000 mil hectáreas dedicadas al cultivo de la vid, Castilla La Mancha es la zona vitivinícola más extensa del mundo. Integrada por más de 360 municipios, el cultivo de la vid y el vino se han convertido en uno de los motores económicos más importantes de la región.
Castilla la Mancha es la región de España con más superficie de viñedo. Está compuesta por ocho denominaciones de origen: Ucles, Ribera del Jucar, Manchuela, Almansa, Modejar, Valdepeñas, La Mancha y Mentrida, y por varios Vinos de Pago, entre los que destaca Pago Dominio de Valdepusa, en ellas se elaboran algunos de los mejores vinos de España y poco a poco están ganando reconocimiento en los mercados, posicionándose como vinos de gran calidad.
Durante la I Cumbre Internacional del vino, organizada por la Comunidad el pasado mes de octubre, más de 90 bodegas manchegas abrieron sus puertas a los visitantes para que pudieran descubrir sus instalaciones y degustar los grandes vinos que se producen en esta región. Es por ello, que la Comunidad apuesta cada vez más por el turismo enológico como una de sus principales fuentes de ingresos.
DO La Mancha: La joya de Castilla
Situada en la meseta central de la península ibérica, la DO La Mancha es la más extensa del planeta. Con unos 30.000 km2 dedicados al cultivo de la vid, engloba a 182 municipios de las provincias de Ciudad Real, Albacete, Toledo y Cuenca donde se reúnen cerca de 280 bodegas.
El clima continental con el que cuenta la región, con temperaturas extremas que van desde los -15º del frio invierno y los 40º del tórrido verano, unida a su tipo de suelo, formado por tierra llana, sin grandes alturas y con una hermosa tierra rojiza fruto de su estructura caliza, hacen de esta región un lugar óptimo para el cultivo de la vid y la elaboración de vinos, que se ha ido perfeccionando desde la edad media hasta la actualidad, posicionando los vinos de la denominación en todos los mercados nacionales e internacionales.
Contando con el turismo como fuente de ingresos, la Do La Mancha ha ido perfeccionando y sumando establecimientos dedicados a ofrecer a sus visitantes una oferta gastronómica y vinícola sin igual. Nos encontramos con un gran número de bodegas, hoteles y otro tipo de establecimientos dedicados al vino. Desde vinotecas, hasta restaurantes donde el maridaje entre vino y comida son protagonistas, pasando por museos y centros de vinoterapia.
Entre las bodegas dedicadas a crear toda una experiencia para el visitante nos encontramos con Finca Antigua, en el término municipal de Los Hinojosos (Cuenca), que cuenta con una superficie de más de 1.000 hectáreas, 400 de las cuales están destinadas al cultivo de la vid. Esta bodega, ofrece distintas posibilidades al enoturista, desde una ruta por toda la finca, hasta una comida campestre a pie de viña. Una imponente bodega vanguardista, donde recientemente se ha inaugurado un centro de enoturismo con un comedor para comidas típicas manchegas que completa la visita.
Además de Finca Antigua, nos encontramos con interesantes bodegas como Cesar Velasco en Villarrobledo, que cuenta con un parque de tinajas centenarias o Finca Sandoval en Ledaña y Bodegas Ponce en Villanueva de la Jara
La oferta gastronómica y de alojamientos con encanto es amplísima, desde los restaurantes con Estrella Michelín con los que cuenta la zona, como Las Rejas en Las Pedroñeras (Cuenca),) o El Bohío en Illescas (Toledo), hasta otros establecimientos que ofrecen una oferta gastronómica de comida tradicional manchega. Entre ellos, cerca de parque arqueológico de Segóbriga en la localidad de Saelices, Cuenca, se encuentra Casas de Lujan, un espacio rural y familiar donde la cocina tradicional manchega es la absoluta protagonista Además Casas de Lujan cuenta con una decoración típicamente castellano manchega, con útiles de labranza y enseres de antaño que hace que los clientes se sientan como en casa. Por su parte con una comida manchega modernizada, nos encontramos con el Restaurante Azafrán en Villarrobledo.
La oferta de alojamientos recomendados para un fin de semana completo en La Mancha va desde un castillo restaurado y convertido en casa rural en el pequeño pueblo de Villaescusa de Haro, considerado además como una de las 50 casas rurales excelentes de Castilla La Mancha, hasta el Palacio Buenavista en Belmonte, un antiguo edificio del siglo XVI que ha sido restaurado y convertido en hospedería, con un gran patio central.
Y como La Mancha es la tierra de Don Quijote, no puedes acabar el fin de semana enoturístico sin visitar El Toboso, un pueblo con mucho encanto patria de la famosa Dulcinea, donde puedes perderte paseando por sus calles antiguas y de casas típicas manchegas. El Museo Cervantino en la plaza de la Iglesia, Humor Gráfico de Dulcinea, Convento de las Trinitarias, Las Clarisas donde se pueden comprar sus famosos y ricos dulces y comprar queso en casas de pastores. Aquí, te puedes alojar en varias casas rurales pero entre ellas destaca Finca Las Herrerillas, un alojamiento para grupos que se puede disfrutar completo con tu familia o amigos.
