2018, cinco habilidades para dominar el secreto de la cata

Como es habitual, llega el famoso mes de enero, y junto con los descuentos, los quehaceres y los nuevos comienzos, acompañamos a este frío invierno de un montón de nuevos propósitos. Es una costumbre y en parte un ideal y para algunos e incluso una utopía, proponerse un cambio o una nueva rutina para el nuevo año. Dominar el arte de la cata y del maridaje puede ser uno de esos secretos que siempre dejamos en un segundo lado, pero éste año puede ser el definitivo.
Desde nuestro blog, os proponemos una mini formación para “licenciarnos” y salir airosos con estas cinco habilidades básicas.  Dejemos por un momento aparcado el noble arte también de servir, de elegir la copa, de airear el vino, de apuntar nuestras sensaciones, de distinguir sabores y centrémonos por un momento en lo básico, lo más importante. ¿En qué puntos necesitas centrarte para disfrutar de una cata de vino?
 

  1. Estar seguros de nosotros mismos. ¿Te gusta el vino? ¿Sientes que una puntuación previa puede interferirte en una valoración? Te invitamos a disfrutar ante todo, de un momento de relax. No eres un profesional, la cata es un momento divertido y que nos enseñar muchísimo sobre el gran alimento que es el vino. Lo primero que debes interiorizar para dominar el secreto de la cata es a ser sincero contigo mismo y tus gustos.
  2. Dar el paso de la teoría a la práctica. ¿Quieres dominar este arte? Viaja y conoce. No hay nada como hacer enoturismo, o aprovechar los viajes para conocer vinos de la zona. En muchas ocasiones te encontrarás con personas a las que les reconocerás un buen conocimiento sobre el mundo del vino, pero en realidad, todo se aprende, y en muchos casos, han recorrido un camino en el mundo del vino que va más allá de una copa.
  3. Saber mirar más allá de la botella. Del mismo modo que cuando eliges una prenda sabes investigar más allá del diseño (calidades, origen, utilidad de la misma); estamos seguros de que al servir una copa de vino, ya conoces más de ese vino de lo que crees. La vista es imprescindible, cómo ese vino brilla dentro de la copa, el color, cómo fluye el movimiento… Igual es un dicho muy manido, pero más que nunca en el mundo del vino… lo que importa es el contenido y no el continente.
  4. Prepara tu nariz y tu boca. Muchas veces, los impactos de etiquetas, marketing, espacios… llaman tanto nuestra atención desde el punto de vista visual, que nos olvidamos de la importancia de “escuchar” a nuestra nariz. Del mismo modo que oír no es lo mismo escuchar, oler no es lo mismo que “olfatear”. Agita la copa, disfruta de sus olores y comienza a conocer qué vino y qué variedad de uva eres capaz de distinguir y reconocer. Cuando pruebes el vino, no necesitas escupir, no necesitas un protocolo. Solo probarlo…disfrutarlo… y reconocer sabores.
  5. Nadie nace sabiendo. Internet es una fuente genial de conocimiento, pero los profesionales son una fuente de sabiduría infinita.

 
 

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